La estimulación se aplica a ambos lados del cerebro
Según Gottfried Schlaug, MD, PhD, director del Servicio de accidentes cerebrovasculares de Beth Israel Deaconess Medical del departamento de Neurolog
En este último estudio, Schlaug y sus colegas demostraron, por primera vez, que los pacientes con accidente cerebro-vascular a los que se les administró la estimulación eléctrica (en concreto, la corriente directa de estimulación transcraneal bihemisférica, o TDCS), junto con terapia física y ocupacional, presentaron una mejora tres veces mayor en las habilidades motoras en comparación con los pacientes que recibieron una estimulación placebo y terapia física y ocupacional.
En un cerebro sano, la corteza motora en ambos hemisferios interactúa en un complejo ritual que permite a las personas realizar las actividades de un solo lado de su cuerpo, como escribir o remover una olla de sopa. Un derrame cerebral, sin embargo, cambia la tarjeta del ritual, y la interacción entre ambos lados del cerebro se altera.
Cuando la corteza motora, en la parte del cerebro que no se ve afectada por el derrame cerebral, comienza a ejercer una influencia desbalanceada con su contraparte (el lado dañado del cerebro) hay un aumento de la inhibición en la parte dañada por el derrame cerebral. En respuesta, el resto de áreas intactas de la corteza motora de aumentan la actividad para facilitar la recuperación.
Introduciendo tDCS, una terapia experimental que consiste en enviar una corriente eléctrica leve al cerebro a trav
Veinte pacientes que habían sufrido un ACV isquémico al menos cinco meses antes de entrar en el estudio fueron divididos en dos grupos. Diez pacientes recibieron 30 minutos diarios de estimulación a ambos lados del cerebro durante cinco días. Los otros diez recibieron un tratamiento simulado que imita la estimulación eléctrica. Los 20 pacientes a su vez realizaron 60 minutos de terapia ocupacional y física diaria.
Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética (IRM) del cerebro para "mapear" las lesiones cerebrales y su relación con la corteza motora. "Este nuevo enfoque refuerza los resultados", señaló Schlaug ", ya que ningún otro factor entre los grupos podrían explicar los efectos de la terapia."
La mejora fue tres veces mayor en el cerebro estimulado y los pacientes incluídos desarrollaron una mayor capacidad para realizar movimientos de la muñeca y el dedo y prensión. La resonancia magnética también mostró que las mejoras de habilidad motora se correlacionan con una mayor actividad del cuerpo en las zonas del hemisferio no dañado en el accidente cerebro-vascular.
Este estudio demuestra que pacientes con accidente cerebro-vascular pueden lograr una mejoría en las habilidades motoras cuando reciben la estimulación cerebral de ambos hemisferios, junto con la terapia física y ocupacional. Schlaug señaló que esta obra "es un testimonio cuanta plasticidad puede tener el cerebro con las nuevas e innovadoras terapias que se aplican con nuestros conocimientos actuales de la función cerebral."
FUENTE:
Lindenberg R et al. Neurología 2010 Noviembre 10 en línea